Casualmente nos entrelazamos con personas que marcan nuestra vida. Esas personas tienen el don de poner indirectamente su magia. Una de esas personas es mi abuela. Mi abuela materna Consuelo y efectivamente ha sido un consuelo en mi vida.
Una mujer de múltiples talentos: Cálida, sensible, prudente, elegante… Que sin ella ser consiente, sin saberlo iba llenando mi universo y mi mirada. Ella sembró en mi la esencia de mis talentos, recuerdos e ideales. Dentro de mis grandes tesoros, están sus cartas. Las cuales están escritas con la letra mas hermosa, apropiada a la diplomacia.
Siendo escritas en el papel mas fino con grabados y monogramas dignos de una reina. Los sobres forrados asemejando hojas de oro. En las cuales podía sentir su olor, su voz y sentimientos con ese tono tan cariñosos que la caracterizaba. Cada vez que entro a una tienda de papelería fina, me llega su recuerdo súbitamente. Me llena su presencia queriendo guardar y emular una parte de ella. Así que un día decidí hacerme mi papelería personal inspirada en ella. La gente comenzó a preguntarme donde la había comprado hasta que una persona me propuso si le podía hacer la papelería a una amiga que la compraba en Inglaterra ya que aquí no encontraba nada parecido. La mía era justo lo que quería, accedí y poco a poco se convirtió en un atelier de alta papelería y bouquets florales.
¿Por que también bouquets? (arreglos de flores elaborados con sentido de arte floral). Por que las flores también son parte de la historia con mi abuela junto con otros proyectos que he llevado a cabo en el apasionante mundo de la moda que comencé con ella al hacerme la ropa a mis muñecas que contaré en otro momento.
La Cony como le llamamos cariñosamente a mi abuela, tenia el jardín mas hermoso que recuerde hasta la fecha. Ella antes del amanecer estaba regando y manipulando su jardín. Su casa olía a flores ya que siempre estaba llena de ellas.
Mi madre también fue seducida por el amor a las flores de mi abuela. Mi casa en la infancia también acostumbraba tener flores en cada rincón, donde mi madre solía decirme que las flores siempre elevaban el animo ya sea si estés triste o contento, le dan esa alegría a tu día. Me adentre aprender todo lo relacionado a las flores: sus nombres, tipos, temporadas, cuidados, tomando toda clase de talleres hasta hacerlas parte de mi vida. Armando arreglos especiales, simbólicos que puedan dar y poner en sus entornos. Lo que visten las flores en un espacio pocas cosas pueden lograr ese efecto y poner esa magia en el lugar.
Así Scribanus se convierte en una manera de hacer poético lo cotidiano. Siendo la envoltura de las palabras, estando presente, sobre todo en los momentos memorables.